Romanos 12:2

"No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta." Romanos 12:2 (NVI)



Este versículo es muy interesante ya que muestra una de las claves para comenzar a cultivar en nuestras vidas la diferencia que va a tener un impacto en el mundo, hay mucho más para decir, pero voy a resumir.



En la Biblia se mencionan reiteradas veces que los que son de Cristo ya no deben vivir conforme los deseos de la carne, sino los deseos del Espíritu Santo que uno recive cuando recive a Cristo. Leamos la primer oración de este pasaje: "No se amolden al mundo actual.". La versión de la Biblia de las Américas dice "no os adaptéis a este mundo", y la versión en lenguaje sencillo dice "Y no vivan ya como vive todo el mundo". El mensaje está claro, y uno puede estar de acuerdo con este, pero recordemos que no todo lo que decimos siempre hacemos.



Detengamonos a pensar un poco: ¿Qué tan amoldados estamos al mundo?¿Cuánto influye este en nuestras vidas?¿Cuanto nos marca?¿Cuanto nos controla?¿Cuanto nos define lo que dicen los medios y los estereotipos?¿Cuanto nos definen y guian nuestras acciones y decisiones lo que la carne, nuestra naturaleza pecaminosa?



Este pasaje empieza por donde todos debemos comenzar para iniciar el cambio, dejar a un lado la carne y seguir la voluntad de Dios. Muchos acá dejan porque consideran que sus ideologías personales o que lo que el mundo dice es más importante que seguir a Cristo. Gran error. Los que en realidad salen perjudicados acá son ellos, porque, permitanme agregar, que personalmente comprové que dejar atrás todo eso cambia todo.



Bien. Dejemos de lado lo que el mundo dice sobre nosotros, lo que nos ofrece, lo que este considera bueno o malo, dejemos de lado lo que nosotros deseamos y pensamos.



Ahora, el pasaje continua diciendo "sino sean transformados mediante la renovación de su mente". En este proceso, viene en primer lugar la renovación de la mente y luego la transformación. La versión en lenguaje sencillo dice 'cambien su manera de ser y de pensar'. Cambiar nuestra manera de pensar va a ser la que marque diferencia externa, y el unico factor capaz de lograr una transformación verdadera en nosotros. Filipenses 4:8 dice :"Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio". Tomemos cada pensamiento que tenemos por este 'filtro'. Si le tenemos rencor a alguien, ¿pasaría eso esta evaluación? Si no es así, ya podríamos empezar pos descartar eso. Cambiar la mente es vital, dejar ir nuestro orgullo es el primer paso a humillarse frente a Cristo, porque todas esas ideas que proclaman al ser humano como dueño de todo, capaz de lograrlo todo sin ayuda de nadie no son buenas. Una vez que logramos comenzar el proceso de renovación de nuestra mente, va a suceder la transformación, porque si la renovación es verdadera, automaticamente se va a reflejar en nuestras vidas, y no debería hacerlo solo por lo que decimos sino tambien por directamente nuestra presencia. La manera de hablar, de tratar a los demás...etc. (Lean Gálatas 5:22-23 para saber más sobre el fruto del Espíritu.)




Ahora, analizemos el ltimo tramo del pasaje: "Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta". Entonces, ¿cómo es que comprovamos cuál es la voluntad del Señor? Escuchandola puede ser un comienzo, poniendola en práctica otro, y el resto viene solo. Acá dice que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta. Ustedes pensarán que dedicarle más tiempo es una perdida de tiempo, que eso no es agradable tal vez, pero dejeme preguntarles, ¿acaso todo lo que nosotros consideramos, soñamos o queremos es siempre bueno, agradable y perfecto? Es por eso que debemos aferrarnos a la voluntad de Dios, que es verdaderamente todo esto, porque sabémos que su voluntad, sus deseos para nosotros no van a ser erroneos, conoce más que nosotros las circunstancias, conoce la verdadera solucion a cada cosa. ¿Hay alguna razón para no confiar en su voluntad? (Asegurense de tampoco ponerlo a prueba...)

Dice 1 Tesalonicenses 5:21 'sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno'. Aferrense a la voluntad del Señor, y comprueben ustedes mismos que es verdaderamente buena, agradable, y perfecta.


'Siempre tengo presente al Señor;
con Él a mi derecha, nada me hará caer.' Salmos 16:8

El mejor lazo de unión

Piensen en una pared hecha de ladrillos, la clásica. Ladrillos rojos unidos los unos con los otros a través de una capa de cemento.

En algún momento, me cruzé con un pasaje que se me plasmó en la mente:

"Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto." Colosenses 3:14 (NVI)

La Biblia en Lenguaje Sencillo dice: "Y sobre todo, amense los unos a los otros, porque el amor es el mejor lazo de unión."


No pude evitar asociar estos pasajes con una pared.

El segundo mandmiento que nos deja Jesús es que amemos al prójimo como a nosotros mismos. A medida que pasa el tiempo me doy cuenta de cuantas funciones y beneficios trae el amar a los demas de a misma manera que Cristo nos amó a nosotros.

Para empzar, quedemosnos con la imagen de la pared con ladrillos. Estos están unidos con cemento, están unidos. Si hay algo por lo que nos tenemos que caracterizar los cristianos es por estar unidos. Hay que tener un vínculo con el resto del cuerpo, y este para que nos mantenga unidos tiene que ser un vínculo perfecto. ¿Qué mejor vínculo que el amor? Piensen qué es lo que ha causado guerras, choques grandes entre naciones o entre buenos amigos. Si aquellos que fueron parte de enfrentamientos hubieran amado al prójimo ¿hubiera habido tanta violencia? Pareciera que cuando Jesús nos dejó este segundo mandamiento no lo hizo por que sí, sino porque este era el secreto para vivir en paz con los demás.
Hay veces en las que nuestra naturaleza pecaminosa se quiere apoderar de nuestro accionar, pero los que tienen el Espíritu de Cristo tienen que intentar obedecer a Dios en todo para no dejar que la naturaleza pecaminosa gane. Cuando Jesús nos dejó este mandamiento es como si nos hubiera dicho 'Estas son las instrucciones que venían detrás del paquete cuando te compré, tenés que primero amar a Dios con todo lo que sos, y después amar a todos los demás como a tí mismo, y amarlos de verdad. Si seguís estas instrcciones la vida va a salir rica.'

Otra cualidad que veo en este cemento es que si tengo un ladrillo con forma diferente a los demás, aún asi puedo encajarlo en la pared rodeandolo con el cemento necesario, porque el cemento no va a admitir solo una forma determinada. Como muchos vemos, no todos tenemos la misma forma, pero eso no significa que solo los que son así pueden ser parte de la pared, el cemento puede incluir en esta a cuantos quieran ser parte de ella. Piensen en la manera que el Señor nos amó a nosotros, su amor es un ejemplo a seguir, nos amó de manera que por más que teníamos una forma un poco distorcionada, quiso incluirnos en la pared. Además de aceptar a los demás, tenemos que saber perdonarlos. Si no perdonamos a los demás, de alguna manera estaríamos separando los ladrillos, separando la pared, no solo pueden quedar fuera los demás, sino nosotros, por no perdonar.

Ahora bien. tenemos una pared, bien unida, fuerte. ¿Qué pasa cuando sopla el viento? La pared sola, por más que tenga a sus ladrillos bien unidos entre sí, ¿vá a mantenerse en pie durante una tormenta? Creo que por más que sople una suave brisa, la pared cae. Nos estamos olvidando entonces de un elemento muy importante para que toda pared se mantenga en pie: cimientos. ¿Cual es la roca principal? Cristo. Sin ella, la pared, ya sea con ladrillos bien unidos, se cae. Ahora sí tal vez tendríamos otra explicación para el orden de los dos mandamientos de Jesús. Primero hay que amar a Dios con todo, y contruir solo sobre Él, porque sino, nos caemos ante la más suave brisa. Si lo pensamos también, los cimientos son de cemento puro, Dios es amor, y es precisamente ese el material con el cual nosotros nos vamos a poder unir a los otros ladrillos, cualquiera sea su forma, se lo va a poder acomodar.

En una reunión de mi iglesia, no pude quitar mi mirada de las paredes del edificio, estaban hechas precisamente así. En ese momento la charla era sobre el amor (1 Corintios 13)y se hizo énfasis en lo que es el no amor. El no amor incluía muchas cosas, era más bien todo lo contrario a un amor incondicional. En ese momento me di cuenta que si un ladrillo no está unido al cemento, puedo empujarlo y ya no sería parte de la pared. Para que esto pasara el ladríllo tendría que pensar que no necesita de nada para persistir, sería un ladrillo orgulloso y egoísta, pero la realidad es que hay que dejarse rodear por el amor de Cristo para poder resistir la tormenta. Tenemos que aceptar ese amor y dejar que llene nuestros alrededores, y otra verdad es que si nosotros nos negamos a compartir este amor con otro ladrillo, puede que seamos nosotros en realidad los que nunca estuvimos unidos al cemento.

No dejemos que gane el orgullo propio de una persona que no tiene a Cristo. Él nos perdonó todo, y nosotros tenemos que perdonar a los demás y mostrar ese amor que nos asombra todos los días.

Amemos a los demás, porque el amor, es el mejor lazo de uníon.

Cuestión de fé

La otra vez leyendo uno de los evangelios me cruzé con un pasaje que me impactó:

Mateo 4:35-41 (NVI)

Jesús calma la tormenta

35 Ese día al anochecer, les dijo a sus discípulos:
—Crucemos al otro lado. 36 Dejaron a la multitud y se fueron con él en la barca donde estaba. También lo acompañaban otras barcas.37 Se desató entonces una fuerte tormenta, y las olas azotaban la barca, tanto que ya comenzaba a inundarse.38 Jesús, mientras tanto, estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, así que los discípulos lo despertaron.
—¡Maestro! —gritaron—, ¿no te importa que nos ahoguemos? 39 Él se levantó, reprendió al viento y ordenó al mar:
—¡Silencio! ¡Cálmate!
El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo. 40 —¿Por qué tienen tanto miedo? —dijo a sus discípulos—. ¿Todavía no tienen fe? 41 Ellos estaban espantados y se decían unos a otros:
—¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?



Si llevamos esta situación a la vida diaria, podemos darnos cuenta que hubo veces en las que sentíamos que se hundía nuestra barca. Lo que más me impresionó de este pasaje es la manera en la que Jesús reprende a los apóstoles por no haber confiado. La verdad que en un momento sentí que estaba diciendo personalmente '¡¿Por qué todavía no confias en mí?!'. Yo no sabía qué responderle, en mi interior se podría decir que estaba roja de verguenza. Jesús tenía bastante razón al haberles llamado la atención en esto a los discípulos porque, no se si lo notaron, ellos lo estaban viendo en carne y hueso! Y nosotros, que tenemos con Él una relación basada en fé, bueno, ¿safamos?. No, no creo que sea excusa.

Algo que el Señor me estubo diciendo ultimamente es que Él quiere que yo confíe más en Él. Hay preguntas que talvez nos ayudarían a entender más por qué confiar más y más en Él es precisamente lo que quiere que hagamos. ¿Dudo de Él? ¿Dudo de su poder? ¿Dudo que quiera lo mejor para mi? ¿Dudo que me escuche? ¿Dudo que pueda sacarme de esta tormenta con solo pedirselo? Si las respuestas a estas preguntas, y porbablemente había mas, era un no, entonces, ¿porqué dudaste en pedirle ayuda y dejarlo todo en sus manos en esa vez que pensabas que tu vida se iba por el drenaje?

Hasta los discípulos dudaron, ¡y eso que ellos hasta lo tenían en persona y lo habían visto hacer milagos! La fé tiene que ser suficiente para poder creer en que con Cristo en nuestra barca, podemos confiar en que Él la va a calmar, sin entrar en pánico. A lo largo de los evangelios, también noté que la gente quería ver señales, quería poder ver milagros que fueran super sobrenaturales, y así creer, pero no, no se las díó. Hay muchos cristianos que nunca estuvieron en presencia de alguna señal sobrenatural, y tienen fé, y gacias a esa fé, tienen la bendición de confiar y ver a Cristo actuar en su vida personal, ¡y esa señal es más que convincente para ellos! Los puede haber ayudado en cosas pequeñas, o los puede haber sanado de una terrible enfermedad. Cristo llega a cada persona de maneras diferentes, algunas habrán creído por ver a Cristo actuar, otras primero confiaron y despues pusieron esa fé en práctica en el día a día y comprobaron que el Señor es un Dios poderoso. A veces creemos que si el Señor nos dá una señal de ese estilo vamos a creer, pero cuando la gente le pedía a Jesús una Él no se las daba porque sabía que aún así no iban a creer (Lucas 11:29-32, Lucas 16:19-31).

Él quiere que confiemos en Él y que no nos preocupemos. Si nos preocupamos estamos dejando de lado esa fé y permitimos que nuestro lado escéptico se apodere de nosotros, eso no tiene que pasar. Esto puede aplicarse a situaciones cotidianas, y los resultados son impactantes. Jesús también nos dijo que no nos preocupemos (Lucas 12:22-31), por nada en absoluto. Si nos cuesta dejar de lado la preocupación, tenemos varias herramientas, tenemos las promesas de Dios, tenemos amigos con fé que nos pueden ayudar a confiar más, tenemos algunos experiencias pasadas en las que vimos al Señor actuar.

En este tiempo, si hay algo que aprendí... es que con Dios no hay gigantes.