Soy cristiano, ¿y ahora que?

Ahora, hablemos en términos generales, ¿qué se supone que tiene que hacer un cristiano en su vida?¿en qué consiste la vida crisitana?

La unica razón de nuestra existencia es darle la gloria a Dios: vivimos por Él y para Él. Tengamos en cuenta que Él nos dio todo lo que tenemos, y aun nos espera más, Él nos perdonó hasta las ofensas que menos le gustaron, porque nos quiso tanto, Él pago un precio muy alto por cada uno de nosotros.

Un precio muy alto.

¿No les parece que lo menos que podríamos hacer con nuestras vidas es utilizarla para que el mundo vea la gandeza del amor del Señor? ¿No les parece que lo mínimo que podríamos hacer es intentar conocerlo más, quererlo más, entregarle todo y dedicarse a servirle?

Una vez que uno acepta a Cristo como su Salvador, recive al Espítiru de Cristo, que nos asegura que somos hijos del Señor (Romanos 8:15). Una función de este Espíritu en nosotros es transformarnos. Cambiarnos de manera que seamos más como Dios, ¿para qué ser más como Dios? Para así poder mostrar a otros cómo es Él a través de todo lo que emitimos, tanto palabras como acciones, a través de nuestro estilo de vida, a través de nuestra manera de pensar, de practicamente todas las cosas que salen de nosotros. Marcar una diferencia para que la gente verdaderamente note que somos el pueblo de Dios, y a través de nosotros llegue a bendecir a las demás naciones.

2 Corintios 3:18 dice:

"Por lo tanto, todos nosotros, que miramos a cara descubierta la gloria del Señor, la reflejamos como claros espejos, y conforme a su propia imagen somos transformados y crecemos más y más en gloria por la acción del Espíritu del Señor."

Este versículo resume bastante bien el proceso. Miramos a cara descubierta la gloria del Señor, lo conocemos, lo vemos en todo su esplendor, sabemos de su gran amor y de todas sus maravillas. ¿Qué hay que hacer con esto? Reflejarla como claros espejos. O sea, la gente tiene que ver a Cristo en nosotros. Y, eso, ¿como se hace? El versículo dice que somos transformados para parecernos más a Dios y crecer, pero, ¿cómo es que esto pasa? Por la acción del Espíritu del Señor.

Mateo 5:16 dice: " De la misma manera, su conducta debe ser como una luz que ilumine y muestre cómo se debe obedecer a Dios. Hagan buenas acciones. Así verán los demás y alabarán a Dios, el Padre de ustedes que está en el cielo."

Cuando una persona tiene el Espíritu del Señor, es esto precisamente lo que tiene que estar haciendo (con humildad), y es lo que tiene que hacer por toda su vida: reflejar la gloria de Dios. Quien no tiene al Espíritu del Señor, no la refleja, y a su vez, no es hijo del Señor.


¿Hay excusa para no ser un espejo que refleja la luz de Cristo en la oscuridad de la sociedad?
La respuesta es clara...NO.

No hay excusa, la Biblia dice que uno no puede tener una lámpara en una habitacion y esconderla para que no alumbre, y también dice que si uno se siente avergonzado de Cristo, Cristo se va a avergonzar de nosotros frente a Dios Padre.
Amar a Dios implica poner en práctica sus mandamientos, de lo contrario, ¿qué nos diferenciaría de los demonios que creen en su existencia? (Santiago 2:19-20). Un arbol bueno no puede producir frutos malos, de un pozo de agua dulce no puede salir agua amarga. El Señor hizo una linea y dijo que no hay punto medio, o estás adentro o afuera. Blanco o negro. Gris, NO EXISTE (Santiago 4:8).

No nos podemos quedar callados. Jesús nos mandó a hacer dicipulos de todas las naciones, a hablar de Dios en todos los lugares donde andemos, no solo con palabras, sino con nuestra presencia y nuestra manera de actuar, porque si no lo hacemos, estamos diciendo que somos cristianos cuando en realidad no lo somos.

1 Timoteo 6:12 dice: "Imita al deportista que se esfuerza por ganar la competencia: haz todo lo posible por ser un buen dicípulo de Jesucristo, y recivirás el premio de la vida eterna. Dios te llamó y te prometió esa vida cuando delante de mucha gente anunciaste que habías confiado en Él."

Este versículo no debería dejar dudas. Hay que esforzarnos por vivir de la manera que Dios quiere que vivamos, para eso tenemos la Biblia que nos enseña como hacerlo. También dice que en el momento en el que aceptaste a Cristo y lo hiciste sin avergonzarte de Él, te prometió la vida eterna. Si sentimos que no podemos, el Señor también nos va a abastecer de fuerzas para llevar a cabo esta tarea de ser buen dicípulo, para eso contamos con la oración, Filipenses 4:6 dice: "No se preocupen por nada, mas bien, oren y pidanle a Dios todo lo que necesiten y sean agradecidos". Formula perfecta para empezar este viaje hacia la eternidad.

Vivir según la voluntad del Señor va a llenar nuestras vidas de propósito y bendiciones. Cualquier persona que lo probó puede asegurarles que es la mejor decisión que alguien puede tomar.

Si no te decidiste a entregarle tu vida entera a Cristo, ¿qué estas esperando? ¡Acordate de todo lo que Él hizo por vos!

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